Copa América 2015
Eduardo Vargas podrá tener un mal día, pero jamás podrán reprocharle que no lo intente. El ex del Valencia disfraza con una fe inquebrantable sus ciertos problemas técnicos. Juega al fútbol con la mano en el corazón como canta el himno de su país. Con dos goles tumbó a los peruanos, que merecen ser declarados como héroes nacionales. Todos menos Zambrano.
Perú dio guerra hasta el final. Mereció mejor suerte. Recibió un gol justo antes del descanso y logró empatar, pero el segundo tanto de Vargas enterró las aspiraciones peruanas. Todo eso ocurrió peleando con un soldado menos durante más de una hora, días y meses cuando se libra una batalla de tal calibre.
Carlos Augusto Zambrano, pasado de la raya desde que se iniciaron las hostilidades con el pitido inicial hasta que se fue del campo, se alió con el enemigo. Una patada suya a Aránguiz le mandó a la calle a los 21 minutos, justo cuando Perú estaba sembrando el pánico en Santiago. Zambrano despejó la pelota y luego quiso marcar territorio. Lo que hizo fue todo lo contrario. Dejó la plancha y agredió a su equipo, herido demasiado pronto.
Vaya si Perú fue a las armas. Era esperar y salir corriendo Guerrero y Farfán (éste mandó un cabezazo al palo) rozaron el gol. Rodeados de rivales vestidos de rojo, el del Flamengo dio una lección de cómo vivir solo y esperar para quedar con los compañeros. Chile tuvo la pelota, pero le cerrarron todos los huecos hasta que Zambrano abrió uno que dirigía a la final del sábado.
El partido iba a ser caliente. Zambrano y Vidal lo comenzaron dejando claro. El defensa de Perú se quemó. Vio amarilla después por una entrada a Alexis y la roja directa por enseñarle los tacos a Aránguiz. La patada fue a la raya roja de los peruanos. Con uno más, Chile se sintió como en casa hasta el descanso. Luego volvieron los problemas.
Comenzaron los trucos de Valdivia con la varita y las ocasiones se fueron generando. Gareca recompuso su equipo tras la expulsión y Cueva fue el sacrificado para que entrara Ramos, pero el gol chileno ya era cuestión de tiempo. Llegó cerca del descanso para hacer todavía más daño a Perú.Alexis puso un centro desde la izquierda, Aránguiz dejó pasar el balón, éste golpeó en el palo yVargas lo acabó metiendo. El exvalencianista marcó fallando dos veces en el remate. La pelota entró llorando, pero Gallese ya estaba vencido. Hay que decir que Vargas estaba en fuera de juego cuando centró Alexis, también que luego el chileno marcó otro gol que le anularon injustamente.
Hasta el final
Sampaoli buscó refresco tras el descanso. Entraron Pizarro y Mena y Perú creyó hasta el último suspiro. Tuvo mérito. Muchísimo. Tenía desventaja en el combate, pero no pensó en tirar la toalla. Logró el empate por medio de Gary Medel, que metió en su portería un centro de Advíncula, un pura sangre.
Para desconsuelo visitante, Vargas respondió a los cuatro minutos de la igualada. Chutó con el alma y el disparo pilló adelantado a Gallese. Fue el 2-1 y la liberación del máximo goleador de la Copa América. Esta vez sí chutó bien y también entró. Daba igual. Perú no pudo hacer más. Murió de pie y Chile ya espera sentado la final con la que tanto tiempo estaba soñando.
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