Vía El Mundo
Algo más molesto que en sus declaraciones ayer en RNE, Mariano Rajoy ha abordado la guerra interna que en los últimos días se ha vivido en el PP con mensajes muy explícitos de lo mucho que le ha irritado este comportamiento, sobre todo en un momento tan importante en el que toda la organización debe trabajar para "consolidar la recuperación económica y ganar las elecciones".
De esto debe ocuparse el PP y no "enredarse en lo que interesa a 25", ha dicho el presidente, en alusión al episodio de enfrentamiento público vivido en los últimos días entre la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas.
Rajoy ha comenzado precisamente con este asunto su intervención ante la Junta Directiva. En política, como en la vida, ha explicado, hay que distinguir lo importante de lo que no lo es. "Hay que tener claros los objetivos y conviene no distraerse o dejar distraerse en asuntos cuanto menos intrascendentes o irrelevantes". Sin citar a nadie, su reproche ha resultado suficientemente claro.
El presidente ha dedicado la mayor parte de su intervención a intentar convencer de nuevo a su partido de que con el cambio de la situación económica va a ser suficiente para volver a ganar las elecciones. Incluso las autonómicas y las municipales. Ya que el mensaje que Rajoy ha transmitido a los suyos es que tienen que hablar de los logros del Gobierno en materia económica y de la creación de empleo. "Hay resultados y la gente lo ve", ha manifestado. El presidente sigue convencido de que, al margen de otros asuntos, la salida de la crisis es el principal objetivo de todos los españoles y que el PP tiene "credibilidad" y "relato". "No vamos a prometer nada que no estemos haciendo hoy", ha señalado.
Y, si pese a la reprimenda inicial, ha hablado del partido, ha sido para alabarlo. Del PP, ha indicado, todo el mundo conoce su importancia, está metido en la piel de cada pueblo de España. "No tenemos una historia de 24 horas, votarnos a nosotros nos es hacer experimentos o jugar a la ruleta. No somos un foro de debate o una pandilla de amigos" ha asegurado.
Con esta reivindicación, frente a la amenaza que suponen los nuevos partidos y sobre todo Ciudadanos -posible destinatario de muchos de los antiguos votos del PP-, el presidente ha querido insistir en la fortaleza de su formación. "Es el partido el que nos volverá a hacer ganar las elecciones. Conviene no olvidarlo", ha dicho.
'Este es un partido unido'
"No voy a hacer llamamiento a la unidad porque este es un partido unido. Si algo ha derrochado es responsabilidad", ha insistido el presidente.
Su mensaje es que España necesita al PP en plena forma, llegar hasta el último votante y explicarle que su voto ha válido la pena. Nos dirán que les hemos defraudado en algunas cosas, ha admitido, pero les podremos contar que hemos hecho bien lo fundamental. Y estos son los temas que importan a la gente. Ante la eclosión de nuevos liderazgos en otras fuerzas políticas, fundamentalmente Podemos yCiudadanos, Rajoy ha defendido que la falta de experiencia no es un valor positivo en ninguna faceta de la vida y menos para gobernar a 45 millones de españoles.
El presidente ha acabado su discurso felicitando por su trabajo a Cospedal. La secretaria general ha intervenido previamente pero no ha hecho ninguna mención al cruce de comunicados entre el PP manchego y andaluz, iniciado por personas de su confianza. Uno de ellos el diputado Agustín Conde, ha indicado ahora que nunca ha habido división interna.
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