Vía El Mundo
Según el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, el proceso de las negociaciones entre Atenas y las instituciones "ha convergido sustancialmente en las últimas dos semanas". Según el ministro español, Luis de Guindos, todo lo contrario y el Eurogrupo que se ha celebrado hoy en Riga (Letonia) "ha sido un toque de atención importante a Grecia".
Las diferentes delegaciones presentes en la reunión explican que la cita ha sido extremadamente tensa, agresiva por momentos, con recriminaciones muy claras a Grecia. "Los ministros lo que hacemos es poner de manifiesto las dudas, las incertidumbres, el sentido de urgencia", ha señalado Guindos, minimizando el enfrentamiento. "No ha sido para tanto, tenso pero sin exagerar", suavizan sin mucho éxito fuentes comunitarias.
"Ha sido una discusión muy crítica. Se necesita una lista global como base. Antes de cualquier pago. En las últimas semanas ha habido intensas discusiones, pero todavía hay diferencias sustanciales que remediar y el tiempo se está acabando", resumió el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, flanqueado por el comisario europeo de Economía, Pierrre Moscovici; el presidente del BCE, Mario Draghi; y el del EFSF, Klaus Regling.
"La responsabilidad recae del lado de las autoridades griegas, sobre todo por su propio interés", ha añadido el ministro holandés, quien descartó a priori un nuevo encuentro la semana que viene. "No funciona así. Si quieren un nuevo Eurogrupo hacen falta progresos importantes antes. No se hacen Eurogrupos para conseguir avances, es al revés", ha explicado, si bien ha dejado claro que su agenda "es flexible".
Si Grecia no presenta una lista de reformas satisfactoria para los socios, el siguiente encuentro previsto es el 11 de mayo, un día antes del pago multimillonario que Atenas tendrá que hacer al FMI, y para el que busca efectivo de forma desesperada.
En su comparecencia ante la prensa, Varoufakis ha indicado que prefiere "ver el vaso medio lleno y no medio vacío". "Elegimos el optimismo porque en las dos últimas semanas ha habido un increíble avance", ha dicho. Pero reconoció que hay todavía "claras discrepancias en temas como la moratoria de los desahucios", la consolidación fiscal o las pensiones.
"Estamos de acuerdo en que va a ser difícil, pero va a pasar y será rápido porque es la única opción que tenemos", ha resumido el ministro heleno, tan popular en las calles como impopular entre sus colegas.
El gran problema de Grecia ahora es la liquidez. Por los vencimientos de deuda previstos y porque el BCE, como advirtió Mario Draghi, puede revisar las condiciones sobre el colateral heleno y complicar aún más la financiación. "El ELA (la financiación de emergencia del BCE) seguirá hasta que los bancos sean solventes", ha indicado el italiano.
Sin embargo, "dada la fragilidad de la situación y que sigue la salida de depósitos, y dado que los rendimientos de los bonos han sido los más altos desde 2012, hay que tener en cuenta que, cuanto más altos son, más volatilidad hay y más colateral se destruye", ha dicho.
Hay cierto consenso en que la actitud ha cambiado y que ahora es más fácil hablar con Atenas. Y hay "signos positivos", según Dijsselbloem. Pero Varoufakis sale de Riga con el mensaje claro de que no habrá concesiones gratuitas. "No hemos avanzado lo que queríamos y deberíamos", se ha lamentado Moscovici.
Hoy mismo, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ha publicado un artículo de opinión (http://www.project-syndicate.org/commentary/greece-debt-deal-by-yanis-varoufakis-2015-04) en el que asegura que hay avances entre ambas partes, pero quedan dos grandes impedimentos. "Nosotros y nuestros socios estamos de acuerdo en mucho", arranca.
"El sistema tributario griego debe ser renovado y las autoridades recaudatorias deben estar libres de influencias políticas o empresariales. El sistema de pensiones está fallando y los circuitos de crédito de la economía están rotos. El mercado de trabajo ha sido devastado por la crisis y está profundamente segmentado, con el crecimiento de la productividad estancado. La administración pública tiene una necesidad urgente de modernización, y los recursos públicos deben ser utilizado de manera más eficiente", reconoce Varoufakis.
Además, añade que "hay obstáculos abrumadores que bloquean la formación de nuevas empresas, la competencia en los mercados es demasiado limitada y la desigualdad ha alcanzado niveles escandalosos, impidiendo que la sociedad se una en las reformas esenciales".
Superar obstáculos
Pero dicho eso, advierte el ministro que es necesario "superar dos obstáculo. Primero, debemos ponernos de acuerdo en cómo abordar la consolidación fiscal. En segundo lugar, necesitamos una agenda de reformas global y consensuada que refuerce la senda de consolidación e insufle confianza a la sociedad griega".
Varoufakis denuncia en el artículo la "trampa de austeridad" en la que ve inmersa a Grecia, constreñida por unos objetivos de deuda y superávit muy alejados de la realidad. Además, destaca, obligar a bajar los salarios de empresas orientadas a la exportaciones y obligar a bajar las pensiones sólo tendría efectos negativos.
El ministro asegura que su Gobierno está deseando reformar el sistema de pensiones, por ejemplo "limitando las jubilaciones anticipadas", y dispuesto a "privatizaciones parciales de activos públicos" y a hacer más esfuerzo para garantizar la independencia de los organismos públicos. Así como a facilitar la labor de los emprendedores y actuar sobre los créditos morosos. Pero no a cualquier precio.
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