Vía Marca
El Atlético encontró en el Nuevo Arcángel el triunfo a domicilio que no había sido capaz de conseguir en sus últimas tres visitas. Se lo puso fácil el Córdoba, colista de la Liga BBVA y principal candidato a perder la categoría en los próximos dos meses. A falta de nueve jornadas, las cuentas de la salvación ya no le salen ni a la Virgen de la Fuensanta.
"Los buenos toreros se ven frente a los buenos toros", avisó en la previa José Antonio Romero. Tan solo cinco minutos tardó Zuculini en cortarse la coleta ante un morlaco como Griezmann. El francés olió la sangre tras una torpeza del argentino, en esa zona donde está prohibido perderla, y se lanzó en estampida hacia la portería, con Khrin y Crespo reculando. Su latigazo batió a Juan Carlos y dejó al Córdoba con media estocada.
En plena torrija local estuvo a punto de llegar el segundo en un centro de Griezmann que cabeceó demasiado centrado Godín. Gobernaba a su antojo el partido el Atlético, con su estilete francés abriendo en canal a un rival falto de fe, confianza y fútbol. Zuculini no daba una a derechas y arriba sólo el impetuoso Bebé se resistía a bajar los brazos. Mientras tanto, el Atlético sacó petróleo de un saque de banda para dejar el partido prácticamente cerrado a falta de 45 minutos. En el 39', Jesús Gámez buscó la cabeza de Giménez dentro del área y el uruguayo prolongó para Saúl, que cabeceó al segundo palo libre de marca para hacer el 0-2.
Había apostado el Cholo por él y le salió perfecto, igual que con Gámez en el lateral izquierdo. Sacando así de banda, el malagueño tiene todas las papeletas para seguir jugando de aquí a final de temporada. Un recurso más para un equipo temible a balón parado, ya sea desde la esquina o en faltas laterales. Ahora, también con la mano desde los costados. Como en el rugby.
Con todo perdido para el Córdoba, Romero se decidió a dar entrada a Cartabia y Ghilas por el desafortunado Zuculini y el amonestado Andone. Tiago se quedó en la caseta y su lugar lo ocupó Mario Suárez. El partido entró en el terreno que le interesaba al Atlético, con ventaja suficiente en el marcador y la posibilidad de administrar esfuerzos ante un rival que le estaba exigiendo muy poco.
Simeone dio descanso a Mandzukic y Griezmann mientras que Romero seguía mejorando su alineación dando entrada a Heldon por Fidel. Demasiado tarde. Cuando el Córdoba empezó a crear verdadero peligro quedaba un cuarto de hora.
En el 79'. un trallazo de Bebé se fue directo a la cruceta de Oblak, que volvió a volar sin motor en el 85' para sacar un remate de cabeza de Crespo que se colaba. El motín final del Córdoba no impidió el triunfo de un Atlético que ya ha ganado la primera de sus diez finales.
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