miércoles, 25 de febrero de 2015

Rajoy y Sánchez, duro cuerpo a cuerpo como antesala electoral

Por Sergio Ruiz

Mariano Rajoy hizo este martes un balance triunfal de sus tres años al frente del Gobierno, prometió tres millones de empleos para los próximos años, anunció medidas para “aliviar la situación” de las clases medias y, mirando de reojo a Podemos y a Ciudadanos, alertó de que todo lo conseguido puede venirse abajo si se hace caso a los “remedios mágicos”. Pero eso lo eclipsó un agrio enfrentamiento con el líder de la oposición, Pedro Sánchez, que en su debut logró descolocar al presidente. “No vuelva usted aquí a hacer y a decir nada. Ha sido patético”, terminó diciendo Rajoy a su oponente. Si el bipartidismo se acaba, su último episodio parlamentario es el de un choque ácido entre los dos principales partidos.

El presidente afrontó el último debate sobre el estado de la nación de la legislatura como la exposición del relato de su gestión. Desde la práctica “quiebra” en la que se encontró España a la situación actual en la que “se ha salido de la pesadilla”, con mención genérica a los “sacrificios y esfuerzos” que ha habido que hacer.

Pero, frente a esta exposición optimista, los portavoces de la oposición le confrontaron un balance muy distinto: el del aumento de las desigualdades y una salida de la crisis en precario con ciudadanos que siguen sufriendo. Especialmente lo hizo Pedro Sánchez, portavoz del PSOE, que en su primer debate de este tipo salió a por todas con un discurso dirigido a los suyos y con una dúplica sorprendentemente preparada de antemano y escrita. Lo hizo con un reproche en cada frase, sin ninguna concesión, acusando al presidente de “mentir y fabular” y con expresiones como: “Solo habrá recuperación si se recuperan los derechos y libertades que ustedes han desmantelado” o “han usado la crisis como excusa para desmantelar el Estado de bienestar” o “ustedes no tienen vergüenza y han causado un destrozo”.


Rajoy ofreció una de las más duras respuestas que se recuerdan de un presidente a un líder de la oposición y la dio mirando directamente a Podemos para mencionar dos veces a su líder: “Usted piensa más en el señor Iglesias que en los problemas de España”.

El presidente replicó al socialista con frases como “esperaba más nivel en sus intervenciones”, “debería ser más equilibrado, moderado y sensato”, “no ha dicho nada mínimamente sensato”, “yo me lo tomo a usted bastante más en serio que muchos de los suyos y me cuesta trabajo” y “no ha dado la talla ni de lejos para ser presidente”, entre otras.

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