viernes, 16 de enero de 2015

Recuperadas tres obras de arte de principios del siglo XX en Cádiz

Por Beatriz Camacho y Sergio Ruiz

La Policía Nacional ha recuperado dos cuadros y una escultura de autores sevillanos, de principios del siglo XX, de gran valor económico después de que fueran sustraídos, en un domicilio de Sevilla.

Se trata de dos óleos sobre lienzo: "La Bordadora", de Ricardo López Cabrera, y "Gitano",de Alfonso Grosso, además de una escultura de San Antonio realizada por Sebastián Santos.


La Policía ha comunicado que la propietaria del inmueble, además de las obras de arte, había alquilado el piso. Uno de los inquilinos aprovechó para, presuntamente, "sustraer los cuadros y venderlos a una tienda de antigüedades de Cádiz, donde finalmente fueron recuperados". 

Las obras de arte, adquiridas en los años 1992 y 1995 por un valor de compra cercano al millón y medio de pesetas, han sido recuperadas en una investigación realizada por el Grupo de Robos de la Brigada Provincial
de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla.

Se conocieron los hechos cuando una hija de la propietaria encontró un cuadro, propiedad de su madre, en el trastero del inmueble. Tras comentarlo con su madre y visitar el domicilio, se percataron de que faltaban otros dos cuadros más y una escultura.

Una vez interpuesta la denuncia, los agentes iniciaron una investigación centrada en las personas que habían tenido acceso a la vivienda, tanto inquilinos como familiares, en las últimas fechas.


Durante las primeras pesquisas, los investigadores se centraron en I.R.M., de 31 años, quien había vivido en el piso varios días aprovechando el favor personal que concedió la propietaria a la madre de éste, encargada del cuidado de la vivienda. "El investigado llegó a reconocer a la propietaria de las obras de arte que se había llevado los cuadros del inmueble pero que su intención era devolverlos, por lo que los agentes procedieron, una vez conocido este extremo, a la detención del autor de los hechos". Una vez arrestado, la línea de investigación se centró en localizar los efectos sustraídos, tarea dificultada por la falta de colaboración del detenido que no aportaba ningún dato sobre el paradero de los mismos.

Tras emplear distintas técnicas de investigación, los agentes consiguieron determinar los pasos seguidos por el arrestado y pudieron constatar que se había trasladado a Cádiz, donde se había relacionado con un anticuario local. Los agentes se presentaron en la tienda de antigüedades, en donde el  propietario reconoció haber adquirido los dos cuadros y la escultura al detenido; así como que estas obras de arte aún se hallaban en su tienda, siendo intervenidas para devolverlas a su legítima propietaria.

Por su parte, el detenido, que ya contaba con antecedentes policiales previos de distinta naturaleza como Estafa, Apropiación Indebida o Falsificación de Documentos, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó su ingreso en prisión.

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