Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, cerrará previsiblemente este jueves con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los últimos flecos de su acuerdo sobre medidas antiterroristas. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, y los responsables parlamentarios socialistas encabezados por Antonio Hernando, así como los dirigentes parlamentarios del PP llevan semanas limando las asperezas. El resultado está a punto de conseguirse, aunque el último empujón lo tienen que dar Rajoy y Sánchez. Así lo indicó este miércoles el líder socialista en Bruselas, en un encuentro con medios de comunicación tras su intervención en el plenario del grupo de los socialistas europeos.
Aunque no hay ni habrá acuerdo sobre la prisión permanente revisable que el Gobierno va a aprobar para los delitos de extrema gravedad, el pacto se logrará al sacar esa denominación de la proposición de ley referida en exclusiva a los delitos contra el terrorismo. El Código Penal sí lo llevará, pero tendrá una duración limitada si el PSOE gana las elecciones. “Cuando gobernemos, suprimiremos del Código Penal esa figura”, dijo Sánchez.
En la conversación que este jueves mantendrá con el presidente, el líder socialista tratará del formato de este acuerdo. Es muy posible que todo quede en una proposición de ley y con una tramitación ordinaria en el Congreso. ¿Habrá una firma con foto? Sánchez no tenía ayer respuesta, siempre a la espera de lo que acuerde con el presidente, aunque él sería partidario de la máxima normalidad, es decir, sin foto y sin firma. No cabe duda, no obstante, de que el interés del PSOE y del PP es ir juntos contra el terrorismo yihadista. En esta conversación con el presidente también le planteará la fecha del debate del estado de la nación, que en principio debería celebrarse en febrero.
Estas cuestiones internas, sin embargo, apenas ocuparon la atención de Sánchez en su estancia en el Parlamento Europeo y en su reunión con el comisario de Economía, Pierre Moscovici. El político se dirigió a los 190 eurodiputados socialistas, 14 de ellos españoles, para imbuirles del ánimo de que “el socialismo es la esperanza de millones de hombres y mujeres europeos y españoles que anhelan conjugar cambio con seguridad”. Esto es lo que ofreció singularmente para España.
Breve pero “apasionado” fue el discurso del joven político español, así lo calificó el vicepresidente del grupo socialista, el italiano Giovanni Pittella. La pasión la puso Sánchez en el tono que empleó para preguntarse por qué EE UU salía de la crisis y Europa no. En su opinión, el éxito del Gobierno de Obama está en aplicar políticas progresistas en favor del crecimiento, mientras que en Europa se ha recortado todo atisbo de crecimiento.
Las propuestas de Pedro Sánchez no fueron muy diferentes de las que invoca el nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, aunque él ha conseguido hacerse con todo el discurso del cambio dejando a los socialistas en barbecho. Ayer el político español reivindicó la bandera del cambio y auguró que este será “el año del renacimiento del socialismo español”.
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