Vía ElMundo.es
Todo cuanto rodea Years of living dangerously invita a pensar en una película, no sólo por el título. Contribuye a esa percepción el plantel, repleto de estrellas como Harrison Ford, Matt Damon, Ian Somerhalder, Jessica Alba y Don Cheadle. La misma impresión provoca ojear la lista de productores, con el músculo, en este caso financiero, de Arnold Schwarzenegger, y la aquiescencia del vigente rey Midas de Hollywood, James Cameron. La misma conclusión se saca al examinar la trama, propia de un taquillazo en el que la misión de los protagonistas es la de salvar el mundo.
Resulta que sí, que esta vez va en serio. No hacía falta la ficción para alcanzar el thriller, ni las naves espaciales para sentir el miedo a que el planeta se agote. La serie documental Years of living dangerouslymuestra que la Tierra deja de ser habitable -ya, en presente-, como consecuencia del cambio climático. Odisea estrena esta obra en España este jueves a las 23.00 horas.
"Cuesta mucho contar este tipo de historias cuando ejerces de periodista con fechas límite todos los días. Poder abarcar la idea general supone un enorme reto. Desde la idea inicial hasta el producto definitivo, Years of living dangerously nos ha llevado cuatro años, hablando con centenares de científicos y viajando por todo el mundo", expone a EL MUNDO el norteamericano Adam Bolt, que ha escrito, editado y producido este trabajo.
Years of living dangerously se presenta en España con nueve episodios y el reconocimiento del Emmy a la Mejor serie documental de 2014. Bolt destaca, como "la más emocionante", la historia de Harrison Ford, recogida en el episodio inaugural: "Pone los pelos de punta ver al actor en canoa por Indonesia, en lo que podría ser perfectamente una de sus películas. Estuvo una semana en bosques amenazados, pero, a diferencia de sus películas, no filmaba una toma y volvía a la caravana. Para llegar al núcleo de la información, pasó por condiciones muy duras. Aunque Indonesia tiene una ley nacional que prohíbe la deforestación, comprobó en un parque natural protegido cómo se incumple esa norma. Gran parte de ese parque ya ha sido destruido para extender plantaciones de palma de las que se extrae aceite".
El hombre que en la pantalla interpretó a Han Solo e Indiana Jones hace frente a quienes esperaban encontrar una de las sonrisas más irresistibles de la meca del cine. "Harrison Ford cuestionó a políticos y gobernantes por qué no se hace cumplir esa ley. Creo que se esperaban la siguiente situación: 'Eh, Harrison Ford, el de laGuerra de las galaxias, soy fan, hagámonos una foto y fírmame un autógrafo'. Pero, en ese punto, el actor ya tenía datos suficientes como para desafiar al ministro, plantarle cara y preguntarle por qué no se cumple la ley". En ese tenso encuentro y sin necesidad de recurrir a sus dotes para la interpretación, el actor recrimina: "¿Qué habéis hecho?". El mandatario indonesio podría responder que arrasan las selvas vírgenes para cubrir la demanda del aceite de palma, utilizado por ejemplo en la fabricación de biodiésel y cosméticos, fuente por lo tanto de puestos de trabajo aunque al mismo tiempo de gases de efecto invernadero.
En ese primer capítulo, el recorrido de Ford se cruza con la visita de Don Cheadle a la localidad de Plainview (Texas) -"donde la religión y la fe se relacionan con el cambio climático"- y con el viaje del premio Pulitzer Thomas L. Friedman a Siria y Oriente Medio -"para establecer las conexiones del cambio climático con la tensión política de esa zona"-. La estación seca es el terreno común de las tres narraciones del primer capítulo. "Mezclamos hilos argumentales, es decir,usamos técnicas dramáticas como las que puede usar una serie como Juego de tronos", detalla Bolt.
En el octavo episodio y con permiso de Matt Damon, el actor Michael C. Hall cuenta con el papel principal. "Su historia transcurre en Bangladesh y analiza cómo sube el nivel del mar en un país en vías de desarrollo. Se prevé que un 17% de la población del país estará por debajo del nivel del mar al final de este siglo. Por lo tanto, más gente se desplazará de las zonas costeras hacia las ciudades, lo que provocará que deje de haber trabajo en esas ciudades", repasa Bolt, que subraya el interés del intérprete que encarna en televisión al sanguinario asesino Dexter: "Hall buscaba una historia que realmente le preocupara. Llevaba muchas temporadas seguidas haciendo la serie Dexter, encerrado en un estudio en Los Ángeles. En Bangladesh, comprobamos cómo los países que menos contribuyen al problema del cambio climático son los que más sufren los efectos del mismo".
Este proyecto nació de la televisión y de la necesidad de escapar de los límites que la constriñen. «Years of living dangerously surge a partir de la labor de Joel Bach y David Gelber como productores del programa de la cadena CBS 60 Minutes. "Esa clase de medios tiene que combinar temas serios con entrevistas a Paris Hilton, para ganar dinamismo. Joel y David creían que había una historia mundial a la que no estaban prestando suficiente atención, por no disponer del formato flexible que requiere el cambio climático si se pretende abordar en profundidad. Decidieron abordarlo de forma independiente, con dedicación total y un equipo propio. Con famosos como reporteros y directores de fotografía detrás de las cámaras, querían llegar a un espectador diferente al que suele engancharse a los documentales; que la audiencia no tuviera claro si estaba ante un documental, una película o una serie dramática de televisión. En EEUU, solemos decir que los documentales son como las espinacas, necesarios pero no muy atractivos; nosotros quisimos elaborar algo tan suculento como una hamburguesa", indica. En la receta ha colaborado incluso Barack Obama: en el último episodio de Years of living dangerously, Friedman preguntó al presidente de EEUU durante 45 minutos con el cambio climático como única materia. "Obama fue la celebridad que más se resistió", admite Bolt. "Hemos contactado con muchos famosos concienciados con este tema, pero no queríamos caras bonitas sin más. Las celebridades son parte muy importante de la historia", añade.
Todo resulta más fácil cuando se cuenta con el beneplácito del responsable de Terminator, Titanic y Avatar, una película esta última que a su manera también llamaba la atención sobre el deterioro natural: "James Cameron quería hacer algo con respecto al cambio climático, y sintió que este concepto encajaba perfectamente con sus metas. Tener a estas personas detrás facilita que puedas fichar a los actores que hemos fichado. Los mayores problemas siempre eran cuestión de agenda. ¿Cuándo puede pasar una semana en Indonesia Harrison Ford? ¿En qué momento Michael C. Hall puede dedicar 10 días a un desplazamiento a Bangladesh? La logística era lo más complicado", señala Bolt.
Entre las referencias de Years of living dangerously, surge inevitablemente el documental Una verdad incómoda, que en 2006 alcanzó fama mundial gracias a la promoción del ex vicepresidente estadounidense Al Gore. "Hubo una movilización después de verlo, pero desgraciadamente después vino la crisis económica", recuerda Bolt.
Este joven cineasta vive en el barrio neoyorquino de Brooklyn y destaca por ser el co creador de Inside Job (2010), documental ganador de un Oscar por desgranar para el gran público el intrincado origen de la crisis económica. Bolt también participó en la edición dePage One (2011), un documental que obtuvo dos nominaciones a los Premios Emmy por retratar la redacción de The New York Times en pleno cambio de modelo de negocio. "Contar qué ocurre en el momento que ocurre es importante, pero también lo es el dar un paso atrás para ver el panorama general. La crisis financiera comenzó por culpa de los préstamos. ¿Quién quiere leer sobre las condiciones de las hipotecas? Sin embargo, eso mismo se convierte en una gran historia cuando te afecta". Years of living dangerously, como ya consiguió Inside Job -y Page One en el caso de los periodistas-, acerca las temáticas de fondo al público, una fórmula que ya se ha demostrado exitosa en España gracias a formatos como Salvados.
¿Estará en el futuro el cambio climático más presente en los medios de comunicación? "Creo que, si no nos ponemos manos a la obra, algunos de sus efectos serán más graves y severos, por lo que irremediablemente estarán en las portadas, a través de noticias nefastas. Hoy día, leemos estadísticas que nos parecen pequeñas; por ejemplo, que la temperatura va a aumentar un par de grados. Sin embargo, Europa sufrió en 2003 una ola de calor que provocó la muerte de alrededor de 70.000 personas. Unos pocos grados se traducirán en olas de calor mucho más frecuentes. Lo que tendríamos que hacer los periodistas es unir las ideas cuando se produce un huracán, una ola de calor o una hambruna. No creo que el cambio climático sea difícil de comprender. Simplemente hay que explicar que no se trata de osos polares, sino de olas de calor en Europa y de huracanes en Nueva York, hechos que nos conciernen y repercuten en nuestro dinero". Tal vez así, el ser humano deje de vivir peligrosamente.
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