Hace casi 70 años, los habitantes del atolón Bikini, en el Pacífico, tuvieron que alejarse por los ensayos nucleares estadounidenses. Sus descendientes se lamentan que también tienen que emigrar, empujados ahora por el cambio climático.
Numerosos habitantes de este atolón se reinstalaron en Kili, una isla situada a 800 kilómetros que también pertenece al archipiélago de las Marshall.