En una medida unilateral y haciendo oídos sordos a las críticas de Bruselas, el gobierno austríaco ha limitado a 37.500 el número de solicitantes de asilo autorizados a entrar en su territorio este año y un límite máximo diario de 80 peticiones.
Además Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia han acordado establecer un riguroso filtro en la frontera entre Grecia y Macedonia para no dejar pasar a quien no acredite tener derecho a asilo.
Los jefes de Policía de los países firmantes se han comprometido a enviar agentes para reforzar los controles en la primera frontera de la denominada ruta de los Balcanes.
Los refugiados que no logren pasar a Macedonia se quedarán en centros de acogida en Grecia y Turquía.
Tras este primer filtro, los controles se repetirán en las siguientes fronteras.
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