La canciller Angela Merkel ha reconocido este sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich, tras negociar anoche durante cinco horas en Moscú con el presidente ruso Vladímir Putin y la víspera con el ucranio Petró Poroshenko, sus dudas sobre las posibilidades de pacificar Ucrania. “No hay ninguna certidumbre sobre el éxito de las conversaciones. Pero el presidente [François] Hollande y yo estamos de acuerdo en que merecía la pena intentarlo. Se lo debemos a la población afectada en Ucrania”, ha declarado en el foro en el que intervienen también el ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov; el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente Poroshenko.
Hollande recalcó que Tulle (Francia) que es imprescindible lograr un acuerdo de fondo. "Si no logramos alcanzar no solo un compromiso sino un acuerdo de paz, sabemos perfectamente cuál será el escenario. Tiene nombre, se llama guerra", ha declarado, informa Reuters.
Merkel y el presidente francés, François Hollande, sorprendieron el pasado jueves con una minigira a Kiev y Moscú con el objetivo de rebajar la tensión en el este de Ucrania. Lo apresurado de la iniciativa diplomática y la implicación personal de los líderes de Alemania y Francia mostraba lo preocupante de la situación.
La canciller alemana ha expresado sus dudas sobre la disposición del presidente Putin a cumplir su parte para acabar con el conflicto. “No hay ninguna garantía”, ha respondido a un participante que le preguntó por su certidumbre sobre el cumplimiento por parte de Rusia de los acuerdos firmados. “El presidente ucranio asumió un gran riesgo al firmar el Acuerdo de Minsk. Hemos vivido una gran decepción”, ha asegurado Merkel.
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