El yacimiento de Los Torrejones (Yecla, Murcia) ha dado una nueva alegría a los apasionados de la arqueología y la Historia Antigua: en su interior se ha encontrado un imponente busto del emperador Adriano (76d.C-138 d.C.). Se estima que esta escultura de mármol blanco fue realizada en torno al año 135 d.C.
Su tamaño es considerable, posee 52 centímetros de alto y 25 de ancho. Pero, sin duda, el aspecto más sorprendente de esta pieza es su fantástico estado de conservación. Fue presentada el jueves en el Museo Arqueológico de Murcia por Pedro Antonio Sánchez, consejero de Educación, Cultura y Universidades, Marcos Ortuño, alcalde de Yecla y Liberio Ruiz Molina, arqueólogo encargado de coordinar y supervisar las tareas de excavación del yacimiento.
Este último mantiene que el valor del busto encontrado es indudable y puede equipararse al de otras piezas de factura similar como la conservada en el British Museum o la conservada en el Museo de las Termas de Roma.
Además del busto de Adriano, el yacimiento albergaba una sorpresa más: una cabeza femenina perteneciente al mismo período, de una dimensión menor (17,5 centímetros de alto y 13 de ancho), que todavía se está estudiando pero que según Liborio Ruiz Molina, "parece tratarse de una Venus de pequeñas dimensiones".
Ambas piezas fueron localizadas junto a un edificio de grandes dimensiones, del que todavía se desconocen la mayor parte de los detalles y en torno al cual aún se yerguen numerosas incógnitas. Por el momento, se cree que el lugar pudo tener una función de culto al emperador o que podría haber pertenecido a alguna familia cercana al círculo más próximo a Adriano.
Este último mantiene que el valor del busto encontrado es indudable y puede equipararse al de otras piezas de factura similar como la conservada en el British Museum o la conservada en el Museo de las Termas de Roma.
Además del busto de Adriano, el yacimiento albergaba una sorpresa más: una cabeza femenina perteneciente al mismo período, de una dimensión menor (17,5 centímetros de alto y 13 de ancho), que todavía se está estudiando pero que según Liborio Ruiz Molina, "parece tratarse de una Venus de pequeñas dimensiones".
Ambas piezas fueron localizadas junto a un edificio de grandes dimensiones, del que todavía se desconocen la mayor parte de los detalles y en torno al cual aún se yerguen numerosas incógnitas. Por el momento, se cree que el lugar pudo tener una función de culto al emperador o que podría haber pertenecido a alguna familia cercana al círculo más próximo a Adriano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario