domingo, 1 de febrero de 2015

Entrevista a Richard Alley, ganador del Premio Fronteras BBVA

Vía ElMundo.es


Desde que tenía 20 años se dedica a investigar las masas de hielo del planeta para averiguar cómo era el clima en el pasado, entender los cambios que se están produciendo en el presente e intentar predecir cómo será en el futuro. «Ya de pequeño me encantaba estar al aire libre y mostraba interés por la geología, así que decidí estudiar esa carrera. Como no éramos ricos, busqué un trabajo de verano. Ian Whillans, un maravilloso glaciólogo, me contrató un año después de empezar la carrera, así que comencé a aplicar mis conocimientos al hielo y al clima. Y así sigo», relata a EL MUNDO Richard Alley (Ohio, 1957), catedrático de la Universidad de Pensilvania y ganador del Premio Fronteras del Conocimiento de Cambio Climático de la Fundación BBVA.


1. 2014 ha sido el año más cálido desde 1880, cuando empezaron a tomarse registros, según la NASA y la NOAA. El objetivo de la comunidad internacional es intentar que la temperatura no aumente más de 2ºC para el año 2100 respecto a la que había en la era preindustrial. ¿Cree que es un objetivo realista teniendo en cuenta las medidas que se están poniendo en marcha?Sí, creo que todavía podemos limitar a 2ºC el aumento de las temperaturas para 2100, pero se está convirtiendo en una tarea cada vez más difícil y costosa a medida que el tiempo va pasando sin que se estén realizando esfuerzos importantes. El conocimiento que hay sobre este tema es muy claro: cuanto antes actuemos, mayores beneficios económicos tendremos, porque podemos hacer que los cambios se produzcan gradualmente. Comenzar antes nos reportará los beneficios de retrasar los efectos del cambio climático y reducirá sus costes.

2. Ha participado en la elaboración de tres de los cinco informes del IPCC sobre cambio climático que se usan en las negociaciones durante las cumbres del clima. ¿Qué valoración hace del acuerdo alcanzado durante la reunión de Lima de diciembre? ¿Cree que es una buena base para lograr un protocolo que sustituya al de Kioto durante la cumbre de París que se celebrará a finales de año?Creo que en Lima se logró un progreso real de cara a la reunión de París 2015. Está claro que el acuerdo de Lima no ha resuelto el problema, pero representa un paso importante. Un acuerdo, un tratado o cualquier paso individual no va a resolver el problema. Si pensamos en los ordenadores y los móviles de las últimas décadas, veremos que dando pequeños pasos, hemos recorrido una distancia enorme, a medida que aparecían nuevas invenciones, compañías y materiales. Nadie esperaba que el primer ordenador o teléfono móvil fuera como los que ahora usamos, ni pensamos que los que tenemos no vayan a ser perfeccionados todavía más. En cierto modo, el desarrollo de los acuerdos internacionales es tan complejo como desarrollar móviles o incluso más difícil.

3. Un reciente estudio publicado en la revista Nature sostenía que para conseguir limitar el aumento de temperaturas un tercio de las reservas de petróleo, la mitad de las de gas y el 80% de las de carbón deberían no ser explotadas. ¿Qué opina de esta propuesta?Las reservas [de combustibles fósiles] que tenemos dependen, en parte de las condiciones naturales, es decir, de la cantidad que hay bajo tierra; otra parte depende de las tecnologías de las que disponemos para extraer estos combustibles pero, sobre todo, dependen de la economía. De cuánto valen. Informes recientes de la Agencia Internacional de la Energía y del Fondo Monetario Internacional han identificado numerosas políticas (tanto medidas directas como subsidios indirectos) que se han puesto en marcha para rebajar el coste de los combustibles fósiles respecto al de otras opciones, como las renovables. Los combustibles fósiles hoy en día son más baratos de lo que serían, en parte, gracias a las investigaciones financiadas por los gobiernos que han contribuido al desarrollo de tecnologías como el fracking y la energía nuclear. Han sido comercializadas por las industrias privadas, pero dependen de forma importante de los gobiernos. Durante las últimas décadas, los fondos públicos dedicados a fomentar esas energías han superado notablemente a los dedicados a las renovables. Si se diera el mismo respaldo a estos otros tipos de energía durante largos periodos, probablemente se lograría bajar el precio de las renovables.

4. Cuando se habla de las consecuencias de la pérdida de hielo en el Ártico y la Antártida solemos centrarnos en las consecuencias que tendrá para el hombre la subida del nivel del mar pero ¿qué impacto cree que el deshielo tendrán en los próximos años en las especies que viven en esas regiones? ¿Cuáles son las más vulnerables?Sin ninguna duda, la pérdida de hielo tendrá un impacto importante tanto en los ecosistemas como en especies individuales. Algunas de estas consecuencias podemos predecirlas de algún modo, pero otras resulta muy difícil. Ha habido estudios recientes, por ejemplo, que muestran cómo las orcas están desplazándose por zonas más extensas del Ártico a medida que la capa de hielo retrocede, y cazan más narvales (un cetáceo), causando un impacto en su población. Para los osos polares, las focas que viven en el hielo son una parte importante de su dieta, así que su nivel de estrés aumentará a medida que el hielo vaya derritiéndose. Podríamos salvar a los osos polares manteniéndolos en zoológicos o tomando otras medidas (¿quizás alimentándolos en el medio salvaje?). Son animales que se adaptan sorprendentemente bien, pero al hibridarse con el oso pardo se corre el riesgo de que desaparezca la población de oso polar como especie distintiva. No soy un ecologista y no soy el mayor experto que hay para hablar sobre este tema, pero creo que muchas de las especies que viven en estos fríos ecosistemas probablemente van a sufrir mucho estrés, y muchas corren el riesgo de extinguirse.

5. Los turistas están llegando también a la Antártida, una zona que hasta hace poco prácticamente sólo era visitada temporalmente por investigadores y militares. Algunos científicos han alertado del impacto de los turistas y de la contaminación que pueden provocar aunque sólo suelen permanecer algunas horas. ¿Cree que se debería limitar su presencia en la Antártida?Muchos turistas están concienciados e intentan ayudar a conservar el medio ambiente. Y tras visitar la Antártida, regresan con más energía para hacerlo. Pero creo que es importante buscar formas de limitar el impacto en los frágiles ecosistemas de la Antártida. Muchos touroperadores ya están trabajando en este asunto, pero hará falta un tiempo para lograrlo.

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