miércoles, 14 de enero de 2015

La exclusión global del Atlético

Vía Iván Castelló para Eurosport.es

Campeón de la Liga española, una proeza en toda regla por el mastodóntico potencial de Real Madrid y Barcelona, y subcampeón de la Champions League, por encima de estos dos y de gigantes como Bayern de Múnich, Chelsea y los dos Manchester. Pero no ha sido suficiente. Al Atleti se le sigue queriendo mal y ninguneando. Es el precio de no existir en casa, que tampoco existes fuera.

Las recientes distinciones del Balón de oro 2014 han vuelto a dejar claro que no fue casualidad la considerada afrenta del olvido en los premios de la Liga de Fútbol Profesional, cuando el máximo organismo del fútbol de clubes en España se dejó a finales de octubre al Atleti de las principales distinciones pese al ¡título liguero!


No son apreciaciones, son resultados, que el Atlético fue campeón de Liga al resistir el acoso final de Barcelona y Real Madrid. Que eso sucedió, que igual tiene un precio, como llegar campeón al minuto 93 del último partido de la Champions o adjudicarse la Supercopa de España ante el Real Madrid a doble partido.

Lo que más indigna a la afición rojiblanca:

Premios LFP: Contra todo pronóstico, y sin hacer públicas las votaciones de los tres capitanes de cada plantilla de Primera División, la Liga solo premió al Atlético con el trofeo al mejor entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone. Pero se olvidó de los jugadores, lo que aumentó las sospechas de tongo en aras de la mayor repercusión entre sus medios de comunicación (que los tienen) de los de siempre, Madrid y Barcelona.

En el Atlético se interpretó el desplante, además, como una encerrona en toda regla, con la presencia en el hotel de los premios de técnico, jugadores (Gabi, Koke, Miranda y Saúl) y directivos suficientes como para festejar las distinciones que no llegaron. Incluso hubo protestas de la Agrupación de Peñas atléticas o de la Asociación Los 50, amén de escarnio en las redes sociales contra la LFP. Lo más sangrante, por resumir, estuvo en premiar a Keylor Navas por delante de Thibaut Courtois, a Luka Modric antes que a Koke o a Bacca antes que a Godín como mejor futbolista americano. Balón de Oro al mejor entrenador: Diego Simeone podría haber sido elegido perfectamente como mejor técnico del año como campeón de la Liga española, subcampeón de Europa, Supercampeón de España y, sobre todo, por haber puesto la firma de autor a una manera de juego combativa y de anticipación, el estilo del Cholo. Pero sucumbió ante el campeón continental Carlo Ancelotti, el que unos segundos antes del gol de Sergio Ramos en Lisboa estaba probablemente ya con los dos pies fuera del Madrid, y frente al ganador del premio, el seleccionador germano Joachim Löw.



Distinción con todo el aspecto de contentar al campeón del mundo, Alemania, ante el cambio de tendencia de no premiar ya a un ganador de la Copa del Mundo, como pasó con Manuel Neuer en su lucha contra Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Once de 2014 para la FIFA/FIFPRO: El Balón de Oro tampoco dejó buen sabor de boca en el mundo rojiblanco, que también tiene su corazoncito y, en líneas generales, no comprende nada. Y es que FIFPro y sus casi 24.000 afiliados concluyeron que antes que Godín y Miranda, por ejemplo, iban David Luiz y Thiago Silva, componentes de la fracasada selección brasileña en el Mundial. También podría hacer entrado Koke en un once donde se mantuvo una estrella como Iniesta que no pasa por su mejor momento.

IFFHS: Aquí el Atlético existe, al menos, y ha ocupado la tercera posición, eso sí por detrás de un Bayern de Múnich que no alcanzó con Pep Guardiola los éxitos logrados la temporada anterior con el veterano Jupp Heynckes como entrenador. La IFFHS, al ser un organismo alemán, tiró para casa con el Bayern aupando al primer puesto al campeón de Europa, el Real Madrid.

El Atlético tampoco existió para ganar en otros premios menores como el ‘Onze d’Or’ de la revista de fútbol gala, el de World Soccer de la publicación inglesa o en una gala de premios de un medio madrileño.

Opinión: El ninguno al Atlético empieza en casa por lo que, lo más normal, es que sea también pronunciado fuera de nuestras fronteras, donde nuestros ecos se diluyen por la distancia. Pero en una era interconectada debería ser más sencillo ser justos y reconocer la fenomenal temporada de los rojiblancos, mantenido el tono en la actual campaña.

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