Un grupo de militantes, simpatizantes, concejales y cargos del partido firman un manifiesto contra el presidente catalán.
A Convergencia le ha salida un sector crítico, un grupo que se denomina "Convergents amb seny" (Convergentes sensatos) y que difunde en las redes sociales un duro alegato contra Artur Mas, el proceso separatista y la plataforma "Junts pel sí". "Somos un grupo de miembros de CDC, militantes, simpatizantes, alcaldes, concejales o cargos de partido disconformes con el camino por el que nos lleva el presidente de la Generalitat, Artur Mas", comienza el texto.
La siguiente afirmación del manifiesto es rotunda: "No queremos la independencia, eso lo tenemos muy claro. Y tampoco consideramos que el partido esté escogiendo buenos compañeros de viaje para el futuro político próximo de Cataluña, ni tampoco de Convergencia".
Según estos militantes y cargos, "las bases de nuestro partido nunca han hablado de independencia. Y tampoco han acogido nunca ideas que nos acercan a partidos de izquierda radical como es el caso de la CUP o incluso ERC". "No estamos en absoluto de acuerdo -continúa la nota- en que Raül Romeva nos represente y mucho menos en la idea de una lista conjunta con personalidades de ideología extremista". Entre estas " personalidades" citan al propio Romeva, Oriol Junqueras, Lluís Llach y Muriel Casals. "¿Qué hace esta gente a nuestro lado?", se preguntan los redactores del manifiesto, que se titula "Somos catalanes".
El malestar entre una parte de la militancia convergente es palpable. No se cuestiona el objetivo separatista pero si la forma de abordarlo y existe el temor a que la alianza con ERC acabe por diluir un partido severamente dañado por la corrupción y la imagen de los Pujol.
Sea como fuere, ni los disidentes parecen muy dispuestos a dar la cara ni a Mas le importa ya gran cosa lo que pase en una formación embargada, en estado de choque y en desbandada.
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