miércoles, 4 de febrero de 2015

El Estado Islámico afirma haber quemado vivo al piloto jordano

Por Sergio Ruiz

El asesinato del piloto jordano Moaz al Kasasbeh, de 26 años, cautivo desde el pasado 24 de diciembre, abre una nueva etap en la lucha, tanto de terror como mediática, que libra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. Se trata del primer asesinato de un prisionero árabe en represalia por la participación de las tropas jordanas en la coalición liderada por Estados Unidos que combate la milicia extremista en dos países árabes. El grupo yihadista difundió este martes un vídeo en el que aparentemente muestra cómo queman vivo al prisionero vestido de naranja dentro de una jaula, lo cual supone un paso más en la escalada de barbarie desatada por el Estado Islámico, que ya había difundido imágenes con la decapitación de varios de sus rehenes.
La muerte de Kasasbeh -ocurrida el 3 de enero, según las autoridades jordanas- ha sido difundida este martes, tres días después de que los yihadistas del EI admitieran su derrota en la localidad kurda de Kobane, en Siria, ante el avance de los ataques aéreos de la coalición.

El autodenominado Estado Islámico se declara en guerra abierta y amplía la lista de sus enemigos. En asesinatos previos de otros rehenes, ha intentado usar las vidas de cooperantes y periodistas occidentales para obligar a los Gobiernos europeos y norteamericano a abandonar los bombardeos sobre sus posiciones.

En el último mes, el grupo extremista cambiaba de táctica reclamando la liberación de una mujer vinculada a Al Qaeda encarcelada en Jordania desde 2005 y el pago de 200 millones de dólares a cambio de dos ciudadanos japoneses (un reportero y un aventurero) y del piloto jordano capturados. En pocos días, los tres han sido asesinados llevando a Japón a sumarse a la lucha antiterrorista y sentando un precedente contra las tropas de los países árabes miembros de la coalición.

Jordania ejecuta a dos yihadistas en respuesta al asesinato del piloto
  
Jordania, en respuesta a la ejecución del piloto, ha aplicado la pena de muerte este miércoles a dos militantes de Al Qaeda . Un portavoz del Gobierno ha confirmado a la televisión estatal que Sayida al Rishawi, una extremista encarcelada desde 2005, ha sido ahorcada esta madrugada. El otro prisionero ejecutado es Ziad al Karbuli, un iraquí condenado en 2008. Ammán había advertido de que su respuesta a la barbarie sería “estremecedora, decisiva y fuerte”.

El Estado Islámico había exigido la liberación de Al Rishawi, cuyos parientes colaboraban con el líder iraquí de Al Qaeda Abu Musab Al-Zarqawi, considerado por el EI como un mentor. Amán había accedido a negociar el intercambio de la terrorista por Kenji Goto, uno de los rehenes japoneses en poder de los yihadistas. Sin embargo, los extremistas no cumplieron su palabra. Las imágenes de la decapitación de Goto, un veterano corresponsal de guerra, se hicieron públicas este sábado.

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