Las autoridades suecas restablecieron este mediodía los controles fronterizos durante diez días, una medida anunciada anoche por el Gobierno rojiverde apelando a la necesidad de poner orden en el sistema de acogida de refugiados.
Los esfuerzos se centrarán en el sur y oeste del país, regiones a las que llegan la mayoría de los solicitantes de asilo, y afectarán al puente del estrecho del Sund, que une Copenhague con la ciudad sueca de Malmoe, y al tráfico marítimo con Dinamarca y Alemania.