Tras Julio César, veremos al otro gran hombre que nos ocupa, Pericles.
Pericles
Pocos son los individuos en la Historia que pueden presumir de haber dado nombre al tiempo en que vivieron. Casi da vértigo pensar que no se trata de un acontecimiento de escala mundial, de una guerra que afectara a muchas naciones (por desgracias los conflictos bélicos suelen usarse como etiquetas cronológicas), de un fenómeno natural desproporcionado. Se trata de un simple hombre. Pero algo debió de tener aquel individuo para que su nombre se asociara indisolublemente a su época. Algo especial debió de haber en él para que la posteridad recordara su tiempo como el Siglo de Pericles.