El pasado 6 de enero, comenzaron las obras de
la construcción de los primeros 48 kilómetros de la red de alta velocidad de
California. Es la primera línea de alta velocidad que se construye en EE.UU.
El demócrata, Jerry Brown, quien lleva a cabo su
cuarto mandato como gobernador del estado californiano (oeste de EE.UU.), ha
inaugurado, oficialmente, el inicio de las obras, que unirá Los Ángeles y San
Francisco. Según los planes, comunicará los 600 km que separan a ambas ciudades
(aunque en total la línea se prevé que sea de 1.100 km, que ya de por sí
recorta la planificación inicial, con 100 km más de extensión), dos de las
urbes más grandes del país, en 2 horas y 40 minutos. Hoy, se tarda entre seis y
ocho horas en coche. En avión es apenas una hora.