El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, depositó flores este viernes en el lugar donde tuvo lugar el atentado suicida del miércoles en Ankara, que costó la vida a 28 personas además de al terrorista.
Ayer, tanto Davutoglu como el presidente, Recep Tayyip Erdogan, acudieron al hospital a visitar a las más de 60 personas que resultaron heridas en este ataque, que es el segundo en los últimos cuatro meses.
El Gobierno turco ha acusado al YPG, las milicias kurdas de Siria, de estar detrás del atentado.
Por su parte, el jefe del Partido de Unión Democrática, Saleh Muslim, ha negado tajantemente las acusaciones, aunque las autoridades turcas han detenido ya a 17 personas y aseguran tener evidencias que prueban que fueron ellos. Ankara lleva varios días bombardeando sus posiciones en Siria y les considera un grupo terrorista.
Este viernes, otros dos soldados y un policía han muerto tiroteados en el sureste de Turquía en un ataque que las autoridades atribuyen a la guerrilla del PKK. El tiroteo tuvo lugar en Diyarbakir, que se encuentra bajo toque de queda desde hace casi 80 días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario