Rita Barberá no será la jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia. Entró hace 24 años como alcaldesa y saldrá con el mismo cargo, aunque sea en funciones. No pasará por el trago de asistir a la toma de posesión de Joan Ribó como alcalde desde la bancada de la oposición. Antes ha preferido dar el portazo. No está dispuesta a ver en el gobierno "a los radicales", como ella misma se ha encargado de denominar a Compromís y Podemos durante toda la campaña.
Desde primera hora de la mañana, la líder del PP ha comenzado a despedirse de todos los jefes de servicio y del personal que la ha acompañado en todos estos años. La decisión la tomó hace tiempo, el mismo 24 de mayo cuando vio que la ciudad que le había dado tres mayorías absolutas consecutivas le daba la espaldas. Aun así,mandó recoger su acta de concejal el pasado lunes. No lo hizo en persona, no se mezcló ni con sus compañeros ni con la oposición triunfadora.
El gran resultado electoral de Compromís, pisándole los talones con nueve concejales, era el peor escenario que imaginaba. La coalición ha desmenuzado su gestión en los últimos meses y la ha hecho pública a través de Ritaleaks.
Por primera vez en mucho tiempo, la calle, los mercados, le daban la espalda a la alcaldesa y le mostraban que su tiempo en la política municipal se había acabado.
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