miércoles, 14 de enero de 2015

Consuelo Madrigal, primera fiscal general del Estado

Por Zhelina Tencheva

Consuelo Madrigal Martínez-Pereda (Segovia, 1956), Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense en 1978, ostentaba en la actualidad la dirección de la Fiscalía de la Sala Coordinadora de Menores desde junio de 2013. Cuenta con una amplia experiencia como fiscal y sus compañeros de Carrera distinguen su “intachable” trayectoria y “profesionalidad”

Después de que el Consejo General del Poder Judicial y la Comisión de Justicia del Congreso verificaran que Madrigal reúne los méritos y requisitos exigidos, de ser jurista de reconocido prestigio y con más de quince años de ejercicio efectivo de su profesión, el pasado martes, 12 de enero de 2015, Consuelo Madrigal se convirtió en la primera mujer que llega a ser fiscal general del Estado en la historia de la institución. Tomó la posesión del referido cargo en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, en una ceremonia dirigida por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.

En este sentido, cabe mencionar que el fiscal general es nombrado y cesado por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y previa valoración de idoneidad por parte de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados.

Parece que la elección de Madrigal como fiscal general del Estado trae vientos de esperanza en el ámbito jurídico, al comprometerse ante la Comisión de Justicia del Congreso a dar una respuesta “tajante, ineludible y pronta” a los casos de corrupción. Para su erradicación ha anunciado, asimismo, la creación de unidades de investigación compuestas por fiscales, policías y técnicos especializadas en este ámbito. Madrigal subraya que “el objetivo es trasladar a la sociedad la idea de que delinquir no es rentable y no habrá zonas de penumbra en las que se puedan agazapar quienes tratan de apropiarse del bien común”. Manifestación que confirma y refuerza, una vez más, su idoneidad para ocupar el puesto de fiscal general del Estado.

Asimismo, proclama la prioridad de “evitar conformidades entre el fiscal y los acusados que no son asumidas por la sociedad”. Otro de sus propósitos consiste en “el control en la ejecución de estas sentencias cuando son condenatorias y en articular instrumentos legales para obtener la recuperación del dinero, que es uno de los grandes intereses de la ciudadanías y la justicia”.

Además, manifiesta la "importancia" que la Fiscalía confiere al terrorismo internacional y acentúa la significación de la cooperación del Estado de Marruecos, definiéndola como “fundamental” en la lucha contra el terrorismo islamita en España.

Madrigal expresa igualmente que "la Fiscalía no desfallece” en la lucha contra la violencia sobre la mujer, que desgraciadamente aún no se ha logrado erradicar. Ésta es sólo una parte de los temas delicados que esperan sobre la mesa a la nueva fiscal general del Estado, que se ha comprometido a fortalecer la confianza en la Fiscalía por los ciudadanos.

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